Haz que tu Palabra, Señor, entre en mi corazón y me haga capaz de seguirte paso a paso.
Ayúdame a confiar en tu Palabra; a través de ella podemos conocer tu rostro, los caminos en los que tú quieres que andemos y sirvamos.
Hazme capaz de escuchar, Señor, de escucharte y escuchar a los demás que están a mi lado, para servirlos, sin vacilación, sin detenerme.

Que mi corazón sea tierra buena que acoge la Palabra para ponerla en práctica y dar mucho fruto.
Señor, que gracias a la escucha de la Palabra, yo pueda vivir cada momento de mi jornada con la certeza de ser guiado, conducido y atraído por ti, y cuando me vea tentado a detenerme sé tú el descanso de mi fatiga, la paz y el gozo de mi corazón.
Amén

Autor: Sergio Stevan